Desarrollado por Deadbolt Interactive, Pneumata es la obra de un único desarrollador, Antonio Alvarado, lo que de por sí ya merece un gran reconocimiento. A pesar de sus imperfecciones, el juego consigue transmitir una experiencia sólida dentro del género del terror. Influenciado por sagas icónicas como Resident Evil y Outlast, esta aventura de terror nos presenta una oscura y enigmática historia que esconde mucho más de lo que parece, ambientada en escenarios sombríos y detallados poblados por monstruos grotescos que no te darán tregua.
El pueblo maldito
En este survival horror nos pondremos en la piel de un hombre atormentado por la extraña desaparición de su esposa, a la cual lleva buscando desde entonces. Tiene lagunas de memoria y no sabe bien por qué, pero está empecinado en encontrarla a toda costa. Una noche cualquiera recibe un misterioso VHS en el cual se le insta a visitar Clover Hill, un inquietante pueblo de Misuri, si quiere obtener más información. La aventura empieza pues yendo hasta esa localización, un lugar al que nuestro personaje preferiría no haber tenido que ir nunca.
La narrativa de Pneumata avanza a través de notas y documentos de audio que encuentras esparcidos por los escenarios, proporcionando pequeños fragmentos de información que añaden capas de profundidad y te empujan a seguir investigando. Cada pista revela un nuevo aspecto del mundo perturbador en el que te has visto atrapado, mientras a la vez intentas descubrir qué le ocurrió realmente a tu esposa, si sigue viva o por el contrario murió como todos intentan convencerte de ello.
El juego utiliza una estructura de exploración que recuerda mucho a las últimas entregas numeradas de Resident Evil, con mapas laberínticos, mucho de backtracking y gestión de recursos. Tendremos un inventario limitado y un baúl donde guardar objetos, algo clásico en el género. Sin embargo, una diferencia clave es que aquí los recursos no escasean; terminé la partida con más munición y objetos curativos de los que necesitaba, lo que reduce considerablemente la sensación de supervivencia y tensión. Aunque la gestión del inventario es parte del sistema, nunca te verás en apuros para avanzar.
Para enfrentarte a los diferentes enemigos tienes a tu disposición varias armas, tales como la clásica pistola, una escopeta, una metralleta o armas cuerpo a cuerpo que se rompen con el uso. Además también puedes esquivarlos con un simple movimiento hacia el lado o hacia atrás, e incluso bloquear sus ataques, pero si te soy sincero no hice mucho uso de estas acciones ya que no son necesarias. El juego te invita a optar por un enfoque más directo, tanto por la furia con la que atacan los enemigos como por la gran cantidad de munición extra que tendrás, reduciendo en parte la tensión que un survival horror debería generar.
Si mencioné también Outlast anteriormente es porque en cierta parte de la historia, la acción vira para encontrarnos con, cámara en mano, momentos más «tranquilos» sin armas con las que defendernos. Incluso hay un enemigo que te persigue y del que has de esconderte. Aunque esta mecánica añade variedad, por desgracia no funciona del todo bien ya que apenas hay margen para huir ni para hacer nada, y lo más normal es que tu perseguidor acabe contigo sin saber siquiera dónde ir. Afortunadamente, esta parte del juego no se extiende demasiado.
Esa sensación de sentirse perdido es, por desgracia, lo que más suele predominar en Pneumata. El juego tiene muchos problemas de diseño de niveles, lo que sin duda acaba afectando gravemente la exploración por ellos. La gran mayoría de veces no se te presenta un camino obvio, por lo que no sabrás si ir hacia adelante o si has de retroceder porque necesitas un objeto para avanzar. Entiendo que en este género la exploración es parte de su encanto, pero en este caso la ejecución no está del todo bien implementada.
Además, las localizaciones son realmente laberínticas. Un ejemplo claro es el edificio de viviendas, donde los pisos son casi idénticos entre sí, lo que dificulta orientarse. Y no quiero entrar muy en detalle con la zona de las alcantarillas, donde la repetición de texturas de paredes de piedra y los pasillos estrechos generan aún más confusión y fue sin duda el lugar en el cual más me costó ubicarme. Es una pena porque creo que con el simple hecho de haber añadido un mapa el juego habría ganado muchos puntos.
Este tipo de sensaciones se acrecientan con más decisiones extrañas como encontrarte ante una puerta con candado, la cual para avanzar necesitas unas tenazas, mientras anteriormente encontraste otra puerta con candado igual, pero que pudiste abrir disparándole con la pistola. Son momentos que se repiten a menudo y no puedes más que arquear una ceja al encontrártelos, por lo absurda de la situación. Es estos casos donde se ven las costuras al hecho de haber sido realizado por una sola persona, y el ser el primer trabajo de ella.
En el apartado gráfico Pneumata destaca de forma muy positiva a la hora de crear una atmósfera envolvente. Aunque a nivel técnico no destaca de igual forma, el diseño de los escenarios y enemigos está muy logrado, ayudando a transmitir la sensación de inquietud que se busca. La variedad de localizaciones ayuda a mantener el interés, si bien dentro de un mismo mapa los escenarios tienden a repetirse de más y, como comenté anteriormente, puede hacer que te pierdas. Por otro lado, las animaciones de los enemigos resultan un tanto básicas, y su simpleza puede afectar la fluidez de las interacciones en combate.
En cuanto al sonido, acompaña perfectamente la ambientación visual, reforzando el tono de opresión que predomina. Los efectos, como puertas chirriantes, contribuyen a mantener la tensión, pero hay un problema recurrente con este tipo de sonidos que, en entornos cerrados, se repiten hasta volverse desesperantes. El constante ruido de puertas abriéndose cada, sin exagerar, 10 segundos, rompe la inmersión y acaba afectando negativamente la experiencia sonora general. En cuanto a los diálogos, están en inglés y sin subtítulos, por lo que es bastante complicado enterarse si no dominas a la perfección el idioma de Shakespeare.
Estamos ante una aventura de unas 10 horas, una duración aceptable para el género, pero que sufre de irregularidades en su ritmo. Las primeras horas son inmersivas, con un ambiente bien logrado y un buen equilibrio entre exploración y tensión. Sin embargo, a medida que avanzas, el juego se vuelve más pesado debido a las mencionadas decisiones de diseño que terminan afectando la experiencia. Además, no incluye nada que invite a su rejugabilidad, más allá de obtener los documentos o registros de audio esparcidos por los escenarios y que ofrecen más información sobre la historia.
CONCLUSIONES
Pneumata es un survival horror con luces y sombras. Aunque es admirable el esfuerzo realizado por un único desarrollador, logrando una atmósfera comparable a producciones de mayor presupuesto (aunque gráficamente es obviamente más limitado), el juego se ve empañado por decisiones de diseño que pueden generar frustración o agotamiento. Transmite bien su propuesta, pero a menudo se desvía. Si eres un verdadero fan del género seguramente sentirás un entusiasmo inicial, pero acabes avanzando solo por inercia. Si solo buscas algo casual para jugar, probablemente esta no sea tu mejor opción.
Analizado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por Perp Games.