Es escencial utilizar este marco teórico de usos cognitivos, sociales y hedónicos no solo para reflexionar sobre nuestras actividades en las redes, sino también para analizar nuestra ingesta digital. Es obvio que si solo consumimos contenido que demanda mucha de nuestra atención y carga cognitiva, nos agotaremos rápidamente y necesitaremos compensarlo con actividades más hedónicas. Pero si nos enfocamos únicamente en contenido hedónico, esto puede ser catastrófico para nuestra creatividad.
Como mencionamos antes, las redes sociales están «aplanando» la cultura, en parte porque consumimos estas plataformas principalmente para entretenimiento y distracción. En un estudio generado por delaO design studio, descubrimos que en México, el consumo digital se centra mayoritariamente en usos hedónicos y sociales, y muy poco en el uso cognitivo. Esto se debe, en parte, a que culturalmente buscamos experiencias indulgentes y escapamos de un entorno laboral y de desplazamiento especialmente agotador, que sirve como un escape a nuestros problemas.
No es sorprendente que las redes sociales más populares en México, dominadas por META, se enfoquen más en usos sociales y hedónicos, utilizando interfaces adictivas que nos hacen liberar dopamina cada vez que deslizamos hacia abajo para ver una nueva historia. Hay estudios empíricos que sugieren que el uso cognitivo está estrechamente relacionado con actividades de innovación y desarrollo de nuevos productos. Entonces, si solo consumimos contenido relacionado con distracciones y entretenimiento, nuestra producción creativa se volverá más ligera y menos original, crítica y desafiante.
Cuestiona Cómo Usas las Redes Sociales
Mi recomendación es utilizar las redes sociales desde un enfoque crítico y reflexivo. Primero, ser conscientes de estos diferentes usos y buscar un equilibrio entre lo cognitivo, social y hedónico. En segundo lugar, evitar las redes sociales que utilizan el «Capitalismo de Vigilancia» como modelo de negocio para actividades creativas. Si algo comprometen estas redes es la serendipia, por que se eliminan cada vez más los entornos digitales que fomentan elementos inesperados, accidentales y casuales, que enriquecen nuestro pensamiento divergente. Por esto es mejor optar por redes sociales impulsadas por personas y no por algoritmos.
En lugar de Spotify, puedes utilizar NTS. En lugar de sólo utilizar Google, explora foros, wikis, subreddits y blogs de temas afinesdonde las personas comparten conocimiento. No sugiero evitar completamente plataformas como Instagram, X o TikTok, pero sí reflexionar sobre el uso que les damos. También podemos “entrenar” al algoritmo de manera consciente siendo más selectivos con los creadores, marcas o cuentas que seguimos.
Finalmente, mi recomendación más obvia es que, para fomentar la creatividad, busques momentos lejos de las plataformas digitales, donde no haya algoritmos dictando qué consumir. Lleva estos usos cognitivos, sociales y hedónicos al mundo físico. ¿Cuándo fue la última vez que encontraste inspiración al abrir un libro al azar en una librería o al descubrir una nueva banda por la portada de un disco en una tienda? ¿Cuándo aprendiste algo valioso conversando con alguien que admiras, disfrutaste de un paseo por la naturaleza, o te dejaste inspirar por una obra de arte?
En conclusión, claro que puedes encontrar inspiración en redes sociales, pero tenemos que ser conscientes de cómo las utilizamos y, más importante aún, asegurarnos de que no sean nuestra única fuente de inspiración. Al algoritmo no le cae bien la Serendipia.
Referencias:
- Chayka, K. (2024). Filterworld: How algorithms flattened culture. Farrar, Straus and Giroux.
- Zhang, G., & Mao, S. (2023). A double-edged sword: Social media use and creativity. Information Technology & People, ahead-of-print. https://doi.org/10.1108/ITP-09-2022-0682
- Tóth, J. (2021). The impact of remote work on employees’ mental health: A meta-analysis. Central European Journal of Labour Law and Personnel Management, 4(1), 36-48. https://doi.org/10.2478/ctra-2021-0009