Llevo jugando al saga Pokémon desde sus orígenes en aquella mítica consola portátil llamada Game Boy a finales de la década de los 90, y se me hizo muy difícil en aquel entonces no engancharme con su versión de juego «físico», el juego de cartas coleccionables de Pokémon. Después de todo, llevaba lo mejor de los juegos al mundo real: combates y coleccionismo.
Ahora, casi tres décadas después de los días de Pokémon en Game Boy, llega Pokémon TCG Pocket (JCC Pokémon Pocket en español), un nuevo título para dispositivos móviles basado en la franquicia, y no he podido evitar darle una oportunidad. Para sorpresa de nadie, me he enganchado, llevo los últimos días jugando al Pokémon Pocket en mi Android en todos mis ratos libres. Es, en principio, una excelente propuesta de bolsillo, que sólo tiene un problema, uno que es común en los títulos móviles de hoy en día.
Así es Pokémon TCG Pocket, el nuevo juego de cartas coleccionables y combate para móviles
JCC Pokémon Pocket (al que ha partir de ahora llamaré simplemente Pokémon Pocket) lleva la experiencia del juego de cartas de pokémon de toda la vida a nuestros bolsillos. No es el primer juego para móviles que lo hace, pero sin duda que es una propuesta muy accesible, intuitiva y sobre todo divertida.
Nuestro propósito en Pokémon Pocket es sencillo: debemos coleccionar todas las cartas de pokémon disponibles: Charmander, Bulbasaur, Mewtwo, Ekans, Koffing… menciono a los de primera generación porque son los que más conozco, pero hay muchos más, y seguramente sus responsables continuarán añadiendo criaturas con el paso del tiempo mediante actualizaciones.
La forma de obtener los nuevos pokémon es la misma que en el juego de cartas del mundo real: abriendo sobres que incluyen cinco cartas aleatorias. A veces estos sobres incluyen ediciones especiales de las cartas, esas que tienen un efecto holográfico y brillante, el cual el juego simula muy bien en nuestras pantallas. Al cabo de pocos minutos ya nos familiarizamos con la interfaz, y podemos comenzar a coleccionar cartas, revisar las que ya tenemos y admirarlas, conectar con amigos y obtener cartas de regalo, entre otras cosas relacionadas al coleccionismo.
Pero además de colección, también hay combate, y aquí es donde se pone interesante la cosa.
Pokémon Pocket no sólo nos permite coleccionar las cartas, sino que podemos usar esas cartas para armar barajas y utilizarlas en combate con la inteligencia artificial del juego o con otros jugadores. Si bien me da la impresión que el factor coleccionismo de cartas es el aspecto más importante o protagonista del juego, el combate es un excelente añadido, uno muy divertido que no paro de jugar.
Llevo los últimos días abriendo todos los sobres que pueda, o al menos que me permita el juego, para mejorar mis barajas, implementando diferentes estrategias. Hay mucho que tomar en cuenta, por ejemplo, algunos pokémon deben evolucionar para alcanzar su mayor potencial, lo que en ocasiones significa que debes tener en la baraja sus distintas fases para poder evolucionar. Dicho de otro modo, es posible que para poder usar a Charizard antes debas tener en la mesa un Charmander y después un Charmeleon. Parece algo molesto, pero honestamente, le añade una capa adicional de diversión y estrategia al juego. A mi me encanta.
Lo que no me encanta, y este es el problema del que vengo hablando desde el titular de este artículo, es el sistema de monetización del juego. Ya lo veía venir desde el anuncio de Pokémon Pocket, y honestamente, no es algo fuera de lo común hoy en día, una época en la que incontables juegos para dispositivos móviles apuestan por las microtransacciones y un sistema que consiste en múltiples tipos de «divisas» en el juego.
En Pokémon Pocket, en resumen, es así: cada 12 horas podemos abrir un sobre gratuito, y no podemos comprar sobres con dinero real; en cambio, podemos comprar objetos que nos permiten acelerar el tiempo, también hay divisas para comprar objetos especiales, hay «pokélingotes» que sirven como dinero para acceder a ítems en la tienda virtual, hay tickets gratuitos que obtienes al completar misiones, incluso hay un «pase premium»; en fin, hay muchas formas de acceder a los objetos. Mi idea es jugar sin gastar un centavo, y sí, es posible, sólo requiere de paciencia.
Como dije, esto no es un problema de Pokémon Pocket, es algo que ya se ha hecho común en los juegos móviles. Atrás parecen haber quedado los días en los que accedías a una versión limitada de un juego (una «demo») y después hacías un pago único para desbloquear el juego completo, como aquel excelente Super Mario Run. Es el tiempo en el que vivimos, y quizás es algo a lo que ya debería estar acostumbrado, pero todavía se me hace difícil aceptarlo como el estándar.
¿Es posible jugar al Pokémon Pocket sin gastar? Sí, por supuesto, sólo te tomará más tiempo conseguir más cartas. Aunque en los primeros cuatro días jugando el título ya me ha regalado unos 20 sobres o más, hasta ahora parece ser bastante generoso.
JCC Pokémon Pocket está disponible de forma gratuita en Google Play Store.
Foto de portada | Eduardo Marín para Xataka Android
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