La lluviosa y luminosa ciudad del futuro
Neon Blood no se esconde en su principal influencia: Blade Runner. El protagonista es un detective lacónico en una ciudad decadente llena de neones, donde realizarse implantes cibernéticos está a la orden del día, y la droga mueve las decisiones de muchas personas. Incluido el propio protagonista, Axel McCoin, quien sufre las consecuencias de unos implantes de titanio anticuados, cuyo mantenimiento le empuja a consumir una potente droga y lidiar con su síndrome de abstinencia. En este contexto, Axel tiene que enfrentarse a un caso difícil de resolver, que involucra una serie de asesinatos todos conectados por el mismo patrón.
Empezar nombrando lo bueno de Neon Blood es fácil: su habilidad para crear un ambiente denso y llamativo, una ciudad pixelada llena de personajes, un puñado de detalles que reflejan la oscuridad de esta realidad futurista. El apartado visual y musical realmente atinan a crear un buen lienzo sobre el que desarrollar el juego, con algunas animaciones muy conseguidas y pocas, aunque muy efectivas cinemáticas de animación. Cuando la aventura empieza, en medio del último asesinato que tenemos que investigar, las posibilidades de esta aventura parecen infinitas.
« El apartado visual y musical realmente atinan a crear un buen lienzo sobre el que desarrollar el juego»
Este juego solo dura tres horas, con lo que uno podría esperar una experiencia condensada que va al grano. Eso es lo que hacen otros juegos de estilo detectivesco o aventurero, como Lacuna o Stray, también ambientados en realidades alternativas. Pero Neon Blood elige caminar varios senderos a la vez: incluye mecánicas de aventura gráfica, donde tenemos que buscar información o registrar escenarios; también incluye puzzles para progresar a la siguiente zona; y de forma ocasional también combates por turnos, como un RPG. No faltan tampoco secuencias de QTE (quick time event) y secciones de seguir huellas con el típico «visor de detective». ¿Cómo consigue Neon Blood comprimir todas estas mecánicas en solo tres horas? Con varios problemas.
Para que quede claro, el problema no es la duración en sí, creo que la historia que presenta (que mantiene suficiente nivel de interés) se puede contar perfectamente en esta cantidad de tiempo. Sin embargo, la falta de foco y cómo están ejecutadas algunas fases crean un ritmo de juego muy lento y torpe que no hace un favor a la aventura. Los combates por turnos se pueden ganar usando el mismo comando durante todo el juego, y las fases de investigación son un prueba y error muy primitivo que no logra crear ningún desafío. En muchos aspectos, parece como si Neon Blood hubiese nacido como una historia no jugable, a la que se le añadió un videojuego encima de forma un tanto apresurada.
«La falta de foco y cómo están ejecutadas algunas fases crean un ritmo de juego muy lento y torpe que no hace un favor a la aventura»
Uno de los detalles más interesantes del juego es la adicción del protagonista a la droga. El personaje tiene fama de estar enganchado y de no centrarse en su trabajo por ello, pero esta circunstancia nunca llega a tener impacto en la historia. Como sí ocurre por ejemplo en otro juego que ofrece la misma situación: Disco Elysium. En el juego polaco esta circunstancia tiene relevancia en la historia y el jugador puede aprovecharla para reconducir los diálogos hacia un lado u otro. En Neon Blood el desarrollo es estrictamente lineal, y dentro de esa linealidad nunca hay un giro de guión digno de mención. Es difícil quitarse la sensación de que este juego simplemente recurre a los clichés de la ciencia ficción distópica, y no hace nada especial con ellos, ni en el plano jugable ni en el narrativo.
Conclusiones
Aún con unos cuantos elementos prometedores, el debut de la española Chaotic Brain Studios se queda muy corto para lo que Neon Blood podría haber sido. Se nota el trabajo que hay detrás de su apartado artístico, y por momentos, pone sobre la mesa ideas interesantes nacidas de su ambientación cyberpunk; sin embargo, nunca profundiza en los temas argumentales que presenta ni ofrece una fórmula jugable realmente atractiva. Me hubiese gustado ver un diseño jugable más centrado y diálogos mejor escritos, y más valientes, para explorar el universo distópico de Neon Blood.
Jugado en PlayStation 5. Copia digital proporcionada por Meridiem Games.