En la fábrica de thyssenkrupp en Alemania, un ingeniero llamado Marcus Schoenherr interactúa con una máquina mediante Siemens Industrial Copilot, un asistente de inteligencia artificial desarrollado conjuntamente por Siemens y Microsoft, utilizando el servicio Azure OpenAI. Inicialmente, Schoenherr comunicaba instrucciones en inglés, pero descubrió que también respondía en alemán, lo que hizo la interacción más fluida. Este copiloto se utiliza para programar y probar maquinaria, simplificando procesos complejos en la industria.
El uso de este copiloto forma parte de un esfuerzo por mitigar la escasez de trabajadores cualificados en Alemania y otros países. Schoenherr trabaja con una máquina que prueba celdas de baterías para vehículos eléctricos, un proceso crítico para garantizar la calidad de las fuentes de energía en automóviles y camiones. Siemens Industrial Copilot tiene dos funcionalidades principales: la ingeniería, que ayuda a programar las máquinas, y las operaciones, que permite resolver problemas durante el funcionamiento de las mismas. Con el tiempo, se espera que estas interacciones sean posibles mediante comandos de voz.
La tecnología, que Siemens considera aplicable en todas las etapas del ciclo industrial, desde diseño hasta operaciones, se alinea con los objetivos de thyssenkrupp de aumentar la eficiencia y capacitar a ingenieros con menos experiencia. La multinacional planea integrar el copiloto como parte de sus procesos estándar en 2025. Actualmente, Siemens tiene más de 100 clientes evaluando la herramienta, que también busca preservar el conocimiento de ingenieros veteranos próximos a jubilarse.
Erik Scepanski, director de Innovación de Siemens para la automatización de fábricas, destaca que Industrial Copilot permite transferir conocimientos técnicos a nuevas generaciones de ingenieros y operarios. Además, facilita la comprensión y resolución de problemas a través de una interacción similar a la comunicación humana. Por ejemplo, Schoenherr utiliza el copiloto para descifrar códigos de programación complejos, como los necesarios para ajustar cámaras que inspeccionan las celdas de baterías. El copiloto explica el código fuente y sugiere soluciones, lo que ahorra tiempo y reduce la necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
El almacenamiento de datos de thyssenkrupp, gestionado en una nube privada en Azure, garantiza la seguridad de la información propietaria, mientras que el copiloto se adapta a los requisitos específicos de cada máquina. Estas características subrayan la colaboración estratégica entre Siemens, Microsoft y thyssenkrupp, que buscan extender el uso de la herramienta a nivel global.
El impacto de Siemens Industrial Copilot va más allá de resolver problemas inmediatos. Los ingenieros de Siemens destacan casos inesperados de uso, como traducir códigos antiguos a lenguajes modernos para su reutilización, lo que evidencia las capacidades innovadoras de la IA generativa. Siemens planea desarrollar versiones del copiloto para sectores como infraestructura, transporte y salud, todos enfrentando desafíos similares por la falta de personal capacitado.
Marcel Pfeiffer, de thyssenkrupp, resalta la colaboración con Siemens y Microsoft como un ejemplo de innovación conjunta, diseñada para abordar desafíos actuales y futuros de la industria. Pfeiffer cree que los copilotos de IA transformarán los procesos industriales, ayudando a las empresas a adaptarse al ritmo acelerado del avance tecnológico. En el futuro, las máquinas serán concebidas como parte de sistemas interconectados y dinámicos, con la IA generativa jugando un rol central en la ingeniería y operaciones.