El marketing de afiliación y los programas de fidelización continúan siendo una de las áreas menos valoradas en el sector de los medios y la
publicidad, a pesar de su creciente impacto en la economía digital. A menudo se subestima su importancia, a pesar de que los datos reflejan claramente
su relevancia. En Estados Unidos, se proyecta que el gasto en programas de afiliación alcance los 10.720 millones de dólares este año, generando unos
307.270 millones de dólares en ventas de comercio electrónico. Este crecimiento está impulsado por un consumidor más consciente del valor, el auge de
la economía de los creadores y la adopción de estrategias basadas en datos propios por parte de los editores.
Uno de los principales motores de este crecimiento es la consciencia del consumidor respecto al valor. Los compradores buscan activamente precios más
bajos y programas de fidelización, un comportamiento que favorece el trabajo de los afiliados. Según estudios recientes, un 79% de los consumidores
están más inclinados a adquirir productos en oferta, mientras que un 61% está dispuesto a frecuentar tiendas de descuento y un 55% planea unirse a más
programas de fidelización. Estos patrones de consumo ofrecen un terreno fértil para el marketing de afiliación, que se especializa en brindar estas
ofertas de manera eficaz.
Otro factor clave es la diversificación de los editores, quienes están explorando estrategias más allá de Google, especialmente tras las recientes
actualizaciones del gigante tecnológico para controlar el spam generado por inteligencia artificial. Estas medidas han afectado negativamente a algunos
vendedores afiliados, lo que ha llevado a los editores más innovadores a reducir su dependencia de Google. Aquellos que poseen abundantes datos propios
están en una posición favorable para captar audiencias específicas sin necesidad de recurrir a intermediarios tecnológicos, algo que beneficia tanto a
creadores de contenido como a anunciantes.
El crecimiento de la economía de los creadores también ha jugado un papel fundamental. Las encuestas muestran que los creadores impulsan más ventas en
redes sociales que las propias marcas o minoristas. Esta tendencia ha hecho que los creadores vean en el marketing de afiliación una vía atractiva para
monetizar su influencia. Sin embargo, la creciente competencia entre creadores ha reducido sus ingresos, lo que puede ser un desafío para ellos pero
una oportunidad de colaboración para los anunciantes.
La confianza del consumidor en los programas de fidelización también está en ascenso
Más de la mitad de los consumidores en Estados Unidos confían en este tipo de publicidad, una confianza que es especialmente fuerte entre los jóvenes.
La Generación Z, en particular, considera que el marketing de afiliados influye notablemente en sus decisiones de compra, superando a generaciones como
los millennials y la Generación X.
De igual forma, el uso de datos propios está transformando la manera en que los afiliados personalizan sus ofertas. Con la progresiva desaparición de
las cookies de terceros, los especialistas en marketing están priorizando sus propios datos para entender mejor a sus consumidores y ajustar sus
ofertas. Este enfoque permite a las marcas ofrecer productos y descuentos específicos sin sacrificar márgenes innecesariamente, optimizando así las
conversiones y mejorando la eficacia de sus campañas.
En definitiva, el marketing de afiliados y los programas de fidelización están en plena evolución, alimentado por la creciente conciencia del valor
entre los consumidores, la expansión de los creadores y el poder de los datos propios. Este panorama ofrece amplias oportunidades para los actores que
sepan adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado.