Lo reconozco: a pesar de que no soy mucho de redes sociales, tanto los Reels de Instagram como los vídeos cortos de TikTok me generan una notable adicción, en los YouTube Shorts también caigo de vez en cuando. Me sucede lo mismo con alguna otra app de noticias. El maldito ‘doomscrolling’ causa estragos en mi cerebro, aunque eso se va a acabar.
Gracias a una aplicación he paliado el problema, y sin mayores complicaciones. Cuando algo no nace, hay que aplicar la fuerza: bloquear el consumo de los vídeos de formato corto en redes sociales es muy sencillo. Te cuento cuál es y cómo la configuro.
Una app para la falta de voluntad
En esencia dependemos de nosotros mismos: ante cualquier problema, lo primero es la voluntad, las ganas de tirar abajo todo para cambiar por completo el mal que sucede. Esto es lo que me ocurre con mi móvil, más concretamente con el algoritmo que va poniendo delante de mis ojos una oleada de vídeos que nunca acaba y de la cual es difícil salir.
Sean más interesantes o menos, más informativos o menos, de divulgación o de entretinimiento puro, el ‘doomscrolling’ se aprovecha de nuestra mente y nos vuelve adictos. Por suerte, hace unos días leí un interesante artículo de Android Authority en el que hablaban de una aplicación para frenar este hecho que llega a afectar en el día a día.
Me animé a probarla y su simplicidad es lo que me ha convencido. No promete demasiado, tan solo monitorizar la pantalla para ver cuánto tiempo gastamos en este formato de vídeos cortos. Ni cuenta los minutos de WhatsApp, ni tampoco el tiempo que gastamos en responder correos electrónicos. Aunque hay otras costumbres del uso del móvil que es importante cambiar, quizá la más dañina sea el consumo infinito de estos clips.
Sane Scrolling. Con su nombre, lo dice todo. Porque realmente es lo único que hace, y lo hace bien, que no quiero restarle mérito. En su pantalla de inicio nos muestra una suerte de gráfico con el tiempo restante de uso, que por cierto se puede ajustar manualmente al gusto. En mi caso, media hora es más que suficiente.
Y todavía no me he animado a pagar. Los Shorts de YouTube me molan demasiado también. Así que pienso pagar los 2,52 euros por la licencia para un dispositivo, pues es necesaria para marcar más de una casilla (con las que indicamos qué formato de vídeo monitoriza la app).
Justo debajo del gráfico con el tiempo restante, aparece una barra que compara el tiempo de uso con la meta que hayamos marcado. Además, detalla la aplicación en la que has perdido X minutos/horas de una manera clara y visual. Haciendo scroll (valga la redundancia) hacia la parte inferior aparecen las casillas que nos permiten elegir qué servicios son medidos en tiempo de uso. Hay cuatro opciones: Reels (Instagram), Spotlights (Snapchat), Shorts (YouTube), y TikTok. Solo podrás mezclarlas pagando.
Echo de menos que también informara sobre el número de ‘scrolls’ en pantalla, para tener algo más de contexto sobre cuántos Shorts me trago. De igual manera, no estaría mal un conteo de los «minutos ahorrados» cada día, tampoco un plan de recompensas.
¿Qué sucede cuando llegamos al objetivo? Saltará una pantalla completa en la que avisa, la culpa hace el resto (luego no podremos volver a caer en la trampa a menos que desinstalemos Sane Scrolling). Desde esta, es posible extender el tiempo por unos minutos más, o configurar de nuevo dicho objetivo. Lo malo por ahora es la publicidad, sobre todo el anuncio que ocupa todo el ancho: se irá en cuanto pase por caja.
Puedes descargar Sane Scrolling gratuitamente desde Google Play Store.
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