Han sido muchos los títulos deportivos que han usado a personajes de marcas como reclamo, tanto en eventos centrados en un deporte concreto, como en un popurrí de experiencias. Mario, el personaje de Nintendo, es un claro ejemplo de ello, ya que ha pasado por cantidad de escenarios pero centrándose en cada uno de ellos en videojuegos específicos. Por otro lado hemos tenido las competiciones del fontanero contra Sonic en los Juegos Olímpicos, y aquí hemos visto una menor profundidad en los deportes que en los juegos aislados de deportes concretos. Era justo este el punto al que queríamos llegar, ya que Looney Tunes: Wacky World of Sports nos propone cuatro deportes, pero con unas mecánicas de juego muy simples y unos modos de juego que saben a poco, dejándonos con un sabor de boca que no era el que esperábamos aún estando ante un «pack deportivo».
El modo de juego principal es la Copa Definitiva, y en él se ofrece la competición continua de varias categorías deportivas, de manera que vamos sumando puntos para un ranking global tanto por los resultados de cada partido como por nuestra actuación individual. El modo Deportes es al que debemos acceder para disfrutar de una categoría en concreto, pudiendo configurar el número de rondas, terrenos de juego, dificultad, u otros parámetros según que deporte. Por último, pero no menos importante, tenemos los Desafíos, que son un total de 80 pequeñas pruebas, 20 por deporte, en las que debemos realizar acciones concretas como realizar solo determinados movimientos, anotar equis número de puntos, evitar obstáculos y ganar puntos, u otras determinadas. Jugando al modo Copa Definitiva y Desafíos podemos además desbloquear elementos para los diferentes deportes tales como pelotas, raquetas de tenis o escenarios, entre otros.
¿Qué hay en estos deportes, viejo?
En cuanto a las mecánicas de cada uno de los deportes nos encontramos con un apartado bastante flojo, tanto en lo que se refiere a los controles de cada deporte como en lo que se ve reflejado en el terreno de cada una de las disciplinas. Con el mando en las manos tenemos la sensación de estar disfrutando de títulos deportivos con años a sus espaldas, ya que la velocidad y el ritmo de juego no acompaña la experiencia deportiva en pleno 2024. Como era de esperar, en cada uno de los cuatro deportes existen movimientos especiales que debemos recargar, así como potenciadores o trampas que poder usar contra los rivales. Estas fórmulas funcionan mejor en unos casos que en otros, pero al menos en el modo deportes tenemos la opción de seleccionar si queremos estos mutadores o no en nuestra partida.
El tenis es el deporte que más hemos podido disfrutar, ya que nos ofrece diferentes tipos de golpes, así como partidos simples y dobles. Es cierto que falta algo de agilidad o velocidad, y son muchos esos momentos en los que pensamos «a ese golpe hubiese llegado en un juego centrado en el tenis». Aún así, en lo personal, la experiencia del tenis nos ha parecido la más completa y entretenida, tanto en solitario como en multijugador.
El baloncesto por su parte aporta un terreno de juego muy pequeño, lo que complica el desplazamiento o la realización de jugadas, así como introduce unos movimientos muy básicos, y una mecánica de robos que parece de generaciones atrás. Pero queremos hacer especial hincapié en el reducido tamaño de la pista, y es que, unido a la pésima IA del rival en muchas ocasiones, hemos podido realizar durante minutos seguidos la misma jugada: triple, saque del rival que se traduce en robo al frente de la línea de triple, y nuevo lanzamiento por nuestra parte.
Con el fútbol ocurre un poco como en el baloncesto, ya que la acción no es lo rápida o fina que nos gustaría. Aquí básicamente los partidos se reducen a coger el balón a base de barridas para arrebatárselo a los rivales, y comenzar a correr al campo rival para intentar anotar gol mientras esquivamos entradas. Especial mención la locura que suponen los porteros, a los que no controlamos, ya que en ocasiones son capaces de realizar paradas que parecen imposibles, y en otras ocasiones encajan goles que parecen mucho menos precisos o potentes.
Por último tenemos el golf, el deporte más pausado, y al que le beneficia esa falta de velocidad que echan de menos el resto de los deportes. Podemos cambiar de palo para así realizar lanzamientos a diferentes distancias en los hoyos, y disponemos de una barra de potencia en la que debemos marcar la fuerza del swing. También es posible aportar efecto a los golpes, o acceder a «atajos ocultos» en los hoyos, pero no se aplican muchos más reglamentos o fundamentos de este deporte en la experiencia de los Looney Tunes.
Rostros conocidos
En cuanto a personajes disponibles tenemos algunos de los más famosos de la marca, tales como Bugs Bunny, el Pato Lucas, Taz o Silvestre, aunque nos faltan otros tan importantes como Piolín. Es entendible que el carismático pajarillo no forme parte del roster de personajes dado su reducido tamaño, pero al menos se deja ver en los campos de los diferentes deportes. Cada uno de los personajes tiene una serie de estadísticas para cada deporte, pero estos niveles solo se hacen notar en las dificultades más altas. Cada deporte cuenta con diversos escenarios, y a decir verdad solo en el golf esta diversidad aporta cambios que afectan al juego. Los diferentes hoyos en el golf nos hacen afrontar las partidas de manera diferente, pero por su parte los escenarios del baloncesto, fútbol y tenis no aportan mayor cambio que el estético.
En lo artístico el título es realmente discreto, tanto en la versión de PlayStation 4, como en la de PlayStation 5, que son las que hemos podido probar. El diseño de los personajes es lo más destacable en lo visual, ya que las decoraciones de los escenarios pasan un poco desapercibidas mientras jugamos. Ya hemos mencionado antes que las mecánicas de juego no son las más pulidas ni tampoco las más elaboradas, y con ello las animaciones que vemos en los encuentros deportivos se encuentran a la par. Son pocas las líneas de voz que encontramos más allá de en las introducciones o celebraciones, pero todas ellas se encuentran con las voces de los personajes en inglés.
CONCLUSIONES
Looney Tunes: Wacky World of Sports es una compilación deportiva con un claro enfoque al público infantil. Las mecánicas de sus deportes son muy simples, llegando a ser muy rudas e imprecisas en algunos casos. Esto hace que cualquier jugador con un mínimo de experiencia en otros títulos deportivos pronto vea que poco hay que rascar en Wacky World of Sports, lo que se pronuncia aún más con los apartados técnicos y artísticos que poco aprovechan las actuales consolas. Es difícil quedarse con alguno de los deportes ofrecidos a la hora de jugar en solitario, pero el tenis puede llegar a entretener en sus distintos modos de juego, aunque sin lugar a dudas donde más destacan las cuatro categorías deportivas es en su multijugador local.
Copia digital proporcionada por Meridiem Games